Por experiencia sabemos que la bajada de las temperaturas viene acompañada todos los años de un aumento de las enfermedades de las vías respiratorias altas, principalmente gripes y resfriados.

¿Por qué? Pues por un lado porque los ambientes fríos son el aliado perfecto para la proliferación de los virus respiratorios , por otro porque cuando hacer frio  pasamos mucho más tiempo en espacios cerrados, aumentando las posibilidades de contagio entre las personas; y si a esto le añadimos  que llevamos una vida con demasiado estrés, malos hábitos de sueño y dietas poco equilibradas, todo junto hace que nuestro sistema inmunitario no esté en plena forma y no realice su trabajo de manera eficiente y nuestro cuerpo se vuelva más vulnerable ante bacterias y virus que causan infecciones.

“Las bajas temperaturas, los cambios de tiempo, el estrés, los malos hábitos y una mala alimentación, ponen en riesgo nuestro sistema inmunitario”

¿Influye nuestra alimentación en el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico?  Claramente sí. Una dieta equilibrada refuerza el sistema inmunológico. Una alimentación mal equilibrada tiene una influencia negativa en nuestra actividad inmunológica.

Por ello, entre los hábitos que no debemos olvidar para enfrentar los cambios estacionales se encuentra una dieta sana, variada y equilibrada que incluya frutas y verduras con variedad de colores y en abundancia, que garanticen la presencia de múltiples vitaminas y minerales. 

La mayoría de los alimentos que tomamos cuentan con los nutrientes necesarios para mantener el organismo sano y fuerte, pero es importante conocer los nutrientes que nos aporta cada uno de ellos. Y, sobre todo, debemos ser conscientes de que no existen alimentos que tomados de forma puntual fortalezcan nuestro sistema inmune, pero si hábitos nutricionales que los incluyen de forma regular y sí consiguen tener un impacto positivo en nuestras defensas.

Dada la complejidad del sistema inmune, resulta difícil evaluar los efectos de la dieta en este sistema. Sin embargo, los resultados de diversas investigaciones han permitido identificar algunos alimentos que afectan positivamente a la respuesta inmunológica de nuestro organismo. Te damos algunas pautas sobre estos alimentos:

1. 1. Ajo. El ajo es bueno para fortalecer el sistema inmunológico debido a su considerable concentración de alicina y otros compuestos nutritivos (potasio, fósforo, zinc y calcio), que lo convierten en un eficaz alimento con propiedades antibacterianas y antivirales, ideal para combatir infecciones y resfriados.
   2. Lácteos fermentados como el yogur natural o el kéfir. El yogur es rico en bacterias probióticas beneficiosas para el intestino. Hay estudios que indican el efecto beneficioso de estas bacterias en la regulación de la respuesta inmunitaria ante la presencia de un agente infeccioso, además de fortalecer y aumentar las defensas del organismo.
   3. El pescado azul (boquerones, las anchoas, las sardinas, el arenque, el bonito, el salmón, el atún) es rico en omega 3, un tipo de grasa que nuestro organismo utiliza para regular los procesos inflamatorios.
   4. Frutas y verduras de color rojo. Las frutas del bosque (fresas, frambuesas, cerezas, moras o arándanos), la sandía, los tomates, entre otros, son ricos en carotenos y en vitamina A. Su color rojo responde a su alto contenido en polifenoles (flavonoides, antocianinas, taninos) y otros fitoquímicos con capacidad antioxidante, así como una actividad antiinflamatoria importante.
   5. Cítricos. El limón, la mandarina, la toronja, la naranja, por ejemplo, son claves para combatir infecciones. Su contenido en vitamina C (antioxidante)protege nuestras mucosas, ayuda a fortalecer el sistema inmunitario, a prevenir resfriados y a recuperarnos. 
   6. Boniatos o batata. Aportan vitamina A, que previene los daños provocados por los rayos ultravioleta y es buena para la piel. Contienen además una buena proporción de fibra.
   7. Brócoli, kale, coliflor, repollo aportan numerosos minerales y vitaminas, entre las que destacan la A, C y E, además de antioxidantes y fibra.
   8. Champiñones.  Son ricos en polisacáridos (azúcares), selenio y vitaminas B riboflavina y niacina encargadas de aumentar las defensas.
   9. Crustáceos y mariscos. No es común pensar en estos alimentos para reforzar el sistema inmunológico, pero el cangrejo, los mejillones o las almejas, contienen zinc, básico para que las células que regulan el sistema inmune funcionen de manera adecuada.
   10. Espinacas. También aumentan la capacidad del sistema inmune para combatir infecciones, favorecen la división celular y reparan el ADN, debido a su contenido en antioxidantes y betacarotenos.
   11. Jenjibre. El jengibre es un excelente alimento con grandes efectos antiinflamatorios y antioxidantes gracias al gingerol, su principal componente bioactivo. El jengibre ayuda a reducir inflamaciones, náuseas y dolores musculares.
   12. Miel.  La miel contiene una gran variedad de antioxidantes. Desde tiempos inmemoriales es utilizada como un remedio efectivo para aliviar la irritación de garganta y la tos en personas con infecciones de las vías respiratorias altas. Se le asocia capacidad antiséptica y bactericida, lo que lo convierte en un producto ideal para quienes tienen defensas bajas.

“Una dieta variada, equilibrada y saludable, así como un consumo de determinados probióticos de forma regular contribuyen a un buen funcionamiento de las defensas ”

Debes recordar que la comida no es un producto mágico y que requiere que te comprometas a eliminar/reducir de tu dieta aquellos alimentos más desfavorables, como los procesados (contienen grandes cantidades de azúcar, sal, carbohidratos y grasas saturadas), exceso de carnes rojas, embutidos, alimentos con alto contenido en sal y azúcares, bebidas gaseosas, así como consumir en exceso derivados de trigo y harina.

Seguir una alimentación saludable te ayudará a mejorar tus defensas y con ello tu salud en general. En estas épocas más comprometidas a causa del frio y de la proliferación de los virus, un complemento alimenticio como Inmune te impulsará a reforzar las defensas y a aprovechar todo el poder de tu sistema inmunitario.

Porque cuidarte, solo depende de ti.